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Hace apenas unos días me decían que la Revolución Feminista empezaba el día de ayer (Domingo 8 de marzo de 2020), a lo que yo respondía “creo que ha empezado desde hace muchos años, pero hoy en día se ha dejado de preguntar justamente eso: ¿Qué es ser mujer?

Existen algunos autores que simplemente no tienen predecesores y por lo cual su originalidad es brutal una de ellas es Simone de Beauvoir, ya que su pensamiento permitió situarse a un lugar el cual anteriormente a ella no se había llegado.

Es claro que lo que perturba a todo el movimiento feminista es algo que Simone de Beauvoir planteaba muchos años atrás “¿Qué lugar ocupa la corporalidad en el feminismo?”

Es importante pensar que la corporalidad viene dada por medio de los significados sociales los cuales la mayoría de las veces dan una condición a su existencia, pues pensar que la corporalidad no tendría que entrar en tela de juicio sería estar por fuera de la pregunta primera que planteaba en el texto, lo corporal en relación al cuerpo humano como sus condición de estar frente al mundo es lo que ya desde muchos años ha estado en constante debate desde hace más de 70 años, pues a día de hoy la corporalidad de la mujer sigue siendo sometida a tabúes y estereotipos que sirven para dar legitimidad a toda la violencia que ha estado impuesta desde ya hace bastante tiempo.

Es importante poner también en tela de juicio que papel juega lo político en la revolución feminista, pues días atrás comencé a darme cuenta de la molestia de algunas amigas pues en redes sociales tomaban de muy mala forma que en los espacios laborales en las cuales muchas se encuentran les estuvieran “autorizando, dándoles el apoyo o el permiso” para faltar a sus labores el día lunes 9 de marzo de 2020, día en el cual surge el movimiento  #elnueveningunasemueve #undíasinnosotras, el problema con lo político aquí es que se sigue pensando que se tendría que dar autorización para dejar de hacer algo como si se tratara de pedir permiso a la ley una ley que puso a las mujeres en un ámbito doméstico como si eso se tratara de su espacio “natural”.

Hoy me resulta muy intrigante pensar en ¿Por qué las mujeres no son tan libres como deberían serlo? Parece ser una respuesta sencilla de responder pero no lo es para mi, pues tanto tiempo ha pasado y seguimos preguntándonos en los permisos que tendría que tener o no las mujeres, si ellas están en una constante pregunta sobre que es lo que implica libertad por qué a los hombres no se les ha ocurrido preguntarse sobre la situación particular que tienen en el mundo, su forma de estar y ser ante una experiencia, pareciera que la experiencia del hombre es universal frente a todo ser humano.

¿Qué tendría que acontecer para comenzar a caminar por un lugar distinto? A manera de posibilidad planteo lo siguiente: Generar una idea que surja de lo particular en la cual el sujeto sea libre de moverse por el mundo, con iniciativa frente a los aconteceres del día a día, creando, escribiendo y narrando su propia historia.

La apuesta está entonces en pensar que uno no nace siendo hombre o mujer, más bien eso se construye y en esa construcción existe la posibilidad de llegar a serlo, frente a los acontecimientos que van dejando huella en nuestras vidas.  

Referencias

SIMONE DE BEAUVOIR. (1949). El Segundo Sexo . París, Francia : Gallimard.

Por: Andrés Hinojosa.